La última revelación de Julián Assange mostró una grave falla de seguridad de la CIA. Son miles de documentos y programas secretos de esa agencia, que según el periodista Santiago O’Donnell, circulan libremente por el “mercado negro”. Estas filtraciones “están cambiando el periodismo” y crean tensión entre Silicon Valley y el Pentágono, dijo.
Un hecho político relevante de esta filtración afecta a las empresas de Silicon Valley, aseguró O’Donnell, periodista especialista en Wikileaks. “Todas esas empresas fueron siempre una especie de socios o rehenes del Pentágono, según como se quiera mirar. Por un lado, tienen que darle privacidad a los clientes que compran sus productos pero otro lado, le entregaban toda la información al gobierno de Estados. Como era secreto, quedaban bien con unos y otros, pero ahora, al conocerse todo esto, ellos quedan atrapados en el medio”.
En esta nueva serie de documentos que Assange revelará en siete capítulos hay algo novedoso en lo relacionado con las conversaciones encriptadas. “Parecía que la encriptación era imposible de vulnerar, pero la CIA ha desarrollado programas que interceptan la comunicación justo antes de que entren a la encriptación o justo después de que sean desencriptados por el receptor”, explicó.
En opinión de O’Donnell estas megafiltraciones “están cambiando el mundo del periodismo y nunca son geopolíticamente neutras. Se muestra a quien filtran documentos como personas idealistas, que ponen en riesgo sus vidas y quieren denunciar algo. Pero como me periodista me resulta muy difícil saber si detrás de estas personas, conocidas o anónimas, hay agencias de inteligencia o hay países que están fogoneando u obteniendo el material de estas megafiltraciones”.
En Voces del Mundo además se entrevistó al Premio Nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel quien emprendió este viernes 10 de marzo un viaje a las Islas Malvinas junto con una delegación de 14 personas integrada, entre otros, por Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, el padre “Pepe” Di Paola y el ex combatiente de la Guerra de Malvinas, Ernesto Alonso.
“Es un intento de proponer algunas alternativas, incluso invitar a varios jóvenes que puedan visitar el continente de Argentina y abrir espacios de diálogo, a ver si puede haber una solución al conflicto. Lógicamente, vamos defendiendo la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas”, afirmó Pérez Esquivel.
El premio Nóbel de la Paz expresó su preocupación por la base militar de la OTAN en Malvinas y recordó que el Reino Unido tiene “destinados 180 millones de euros más para el fortalecimiento de esa base militar. Uno se pregunta para qué, porque la Argentina no es una amenaza y el Atlántico Sur es una zona de paz sin armas nucleares”. Pérez Ezquivel recalcó que “la guerra del 1982 fue provocada por una dictadura militar, no por el pueblo argentino”.
Por Telma Luzzani, conductora de «Voces del Mundo»
(Lunes a viernes a las 22:30 por Cooperativa la 770)
[AUDIO] Voces del Mundo – Cooperativa la 770 – 10 de Marzo de 2017