Y de repente, de un día para el otro, nos encontramos con que volvimos a la República, y por ende, a culminar con la «dictadura» de los K, fogoneada durante mucho tiempo desde diversos medios y periodistas.
Sin embargo, y para «incredulidad» de algunos, nos encontramos ante un nuevo Gobierno que luego de pocos días de asumir, produce un avasallamiento atroz hacia las instituciones y la división de poderes, como pudimos observar mediante el Decreto (inconstitucional) promulgado por el Presidente electo para designar a dos miembros de la Corte, pasando por encima del Congreso Nacional.
Y no solo eso, sino que también se quieren «llevar puesta» la Ley de Medios, que fue increíblemente defendida por gran parte de la población de todo el país estos últimos días., mediante la consigna: “La Ley de Medios no se toca”.
Por supuesto, que si el macrismo gozaba de un obsceno «blindaje mediático» aún sin llegar a ser Gobierno nacional, imaginen lo que nos esperará de algunos (por no decir casi todos) medios con Macri como Presidente y el PRO (o la Alianza Cambiemos), gobernando la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.
Ciertamente, parecen haber tomado la clara posición de no divulgar ninguna noticia que pueda llegar a «ensuciar» o afectar estas pocas horas de Gobierno macrista.
Valoran el gesto de «unidad» y de «pacificar» el país, pero sabemos que eso simplemente implica una cortina de humo, para esconder medidas totalmente antipopulares y en su gran mayoría, hasta repudiables.
Por eso, es que hoy, gran porcentaje de los medios de comunicación, televisivos y radiales, aún aquellos que en algún momento fueron críticos con Mauricio Macri y su partido político, pueden llegar a ser tremendamente empalagosos con el líder de la Alianza Cambiemos y su gestión.
Quita de subsidios, por ende el aumento en las tarifas y la censura a la libertad de prensa y expresión, conforman otras de las características que esta poniendo en marcha esta nueva administración sin ningún tipo de prurito.
Observar al Presidente electo y gran parte de su Gabinete, bailar en pleno balcón de la Casa Rosada, o cambiar algunas de las palabras previstas en nuestra Constitución Nacional para la jura del mismo, lleva implícita una clara demostración de frivolizar la política al extremo pero que siempre ha caracterizado al espacio que conduce Mauricio Macri.
Recuerdos nefastos de esto último, los sentimos aún a flor de piel con la época menemista y los años 90.
De nosotros dependerá defender todos los logros y conquistas alcanzados durante estos últimos 12 años. Porque vienen por todo y con cierto grado de «venganza» y «revanchismo».
Aunque ahora gocen de un total «blindaje mediático» y de determinados periodistas, les será muy complicado apagar la iniciativa de un pueblo empoderado (49%) que, como quedó demostrado en la defensa por la Ley de Medios, se mantiene atento, expectante, y movilizado para cuidar aquellas políticas que han beneficiado a millones de argentinos, sin distinción partidaria ni de clases sociales.
Dr. Hernán Alcántara
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