Raimundo Ongaro falleció ayer cuando contaba 92 años de vida. Fue una de las figuras emblemáticas del sindicalismo argentino desde los años 60.
El titular de la Federación Gráfica Bonaerense, Raimundo Ongaro, falleció anoche a los 92 años en su casa de Los Polvorines, según confirmó Héctor Amichetti, dirigente de ese gremio. El histórico dirigente gráfico padecía problemas cardíacos y fue encontrado muerto en su su domicilio por sus familiares, de acuerdo a lo consignado por Amichetti a Télam.
Amichetti informó que entre las 10 y 14 de hoy, el gremio gráfico le rendirá un homenaje en la sede sindical de Paseo Colon 731 porque «esa fue su segunda casa».
Nacido en Mar Del Plata, el 13 de Febrero de 1924, ingresó al sector gráfico a los 18 años, cuando comenzó a trabajar en los talleres Kraft como teletipista. Casi en paralelo, adhirió a la Federación Gráfica Bonaerense (FGB), el gremio más antiguo del país, donde inició su combativa carrera sindical.
Entre 1955 y 1966 fue miembro de Comisiones Internas y, hasta 1963, presidente de la Cooperativa Obrera Gráfica Talleres Argentinos Limitada. En noviembre de 1966 la Lista Verde ganó las elecciones en la FGB y Ongaro fue elegido secretario general del sindicato, presidente de la Federación Argentina de Trabajadores de Imprenta (FATI) y congresal en la CGT.
Raimundo Ongaro fundó la CGT de los Argentinos en 1968, durante la dictadura de Juan Carlos Onganía. Esta central obrera, se presentó como un espacio sindical que rompió con la linea “colaboracionista” que planteaba el sector que lideraba el metalúrgico Augusto Timoteo Vandor.
La CGT de los Argentinos, opuesta también a las 62 organizaciones peronistas que encabezaba José Ignacio Rucci, adoptó un perfil combativo ante la dictadura militar.
Este espacio sindical contó además con la adhesión de periodistas y escritores como Rodolfo Walsh, Horacio Verbitsky y Rogelio García Lupo, quienes participaron del periódico de la CGT de los Argentinos, que con el tiempo fue valorado como un medio de prensa elaborado con calidad editorial y gran rigor informativo.
Artistas gráficos como Ricardo Carpani, Fernando Pino Solanas y el vanguardista Grupo Cine Liberación también participaron de las manifestaciones que se generaban desde ese espacio de lucha obrera.
Ongaro respaldó, en 1969, desde su posición en la CGTA, El Cordobazo, una protesta obrera que devino en un estallido social que puso en jaque al gobierno de Onganía.
Tras esa gesta obrera fue detenido junto a dirigentes como Agustín Justo, Elpidio Torres, y al recuperar su libertad fundaría el movimiento de Peronismo de Base.
En septiembre de 1974, impulsa desde Tucumán la creación de una Coordinadora de Gremios en Lucha que apoya la lucha de los trabajadores de los ingenios azucareros en esa provincia.
Su oposición a los sectores de la derecha peronista, encabezados por el ministro José López Rega, determinarían que en 1975 fuera detenido y puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional en el marco del Estado de Sitio impuesto por el Gobierno de Isabel Perón.
En prisión recibió la noticia del asesinato de uno de sus hijos, Alfredo Máximo, a manos de la Triple A, y tras gestiones de sus familiares pudo dejar el país e iniciar un exilio que concluiría con la llegada de la democracia.
Durante el gobierno de Raúl Alfonsín retomó la actividad gremial en sindicato gráfico y en 1989 prestó su apoyo a la candidatura presidencial del dirigente justicialista y gobernador de La Rioja, Carlos Saúl Menem.
La crisis del 2001 asumió desde su gremio una postura de respaldo a la recuperación de fábricas y las experiencias cooperativas que se gestaron en esos conflictivos días.
Los restos de Ongaro serán sepultados en el Cementerio de San Miguel, una vez que finalicen los homenajes en el gremio gráfico.