La vacuna de segunda generación contra el coronavirus diseñada por investigadores de la Fundación Instituto Leloir (FIL) y del Conicet neutralizó en el laboratorio las variantes Alfa, Gamma y Delta a la vez que con una sola dosis generó una potente respuesta inmune que no decayó en cinco meses, según un trabajo publicado en la prestigiosa revista Vaccines.
El estudio demostró que el suero de animales vacunados con una única dosis de CoroVaxG.3 fue capaz de neutralizar de manera muy potente a la variante que circulaba en la región hasta hace pocos meses y también a las nuevas variantes de interés y preocupación que circulan actualmente.
Al explicar qué significa que una vacuna «neutraliza» en el laboratorio un virus, Osvaldo Podhajcer, coordinador del proyecto, jefe del Laboratorio de Terapia Molecular y Celular (LTMC) de la FIL e investigador superior del Conicet detalló a Télam los paso de la investigación realizada.
«Los animales de laboratorio fueron vacunados con CoroVaxG.3 y generaron inmunidad de anticuerpos y de células. Lo que hacemos es sacarle sangre a los animales y separamos el suero que contiene a los anticuerpos», describió.
Mientras que si se pone al virus en contacto con células «las infecta sin problemas, al ponerlas con el suero de los animales vacunados que contiene a los anticuerpos, éstos son capaces de bloquear la entrada del virus a las células, es decir lo neutraliza», indicó.
«Al confrontarlas con el suero de los animales vacunados éste fue capaz de neutralizar con ligeras diferencias a todas estas variantes»
OSVALDO PODHAJCER
Podhajcer, líder del proyecto, explicó que «primero probamos con la variante D614G, que era la que circulaba a mediados del año pasado en la región, muy parecida a la originada en Wuhan, y funcionó muy bien; luego probamos con la variante P1, o Gamma, originada en Manaos y la neutralización disminuyó un poco con respecto a D614G pero también fue muy eficaz».
Pero, además, a través de ingeniería genética, los investigadores generaron un pseudovirus con las mutaciones de las variantes Alfa (detectada y caracterizada primero en Reino Unido) y Delta (conocida también como India).
«Al confrontarlas con el suero de los animales vacunados éste fue capaz de neutralizar con ligeras diferencias a todas estas variantes», sostuvo el investigador.
Por otra parte, Podhajcer detalló que «los estudios en animales también muestran que una sola dosis de la vacuna genera una respuesta inmunológica tanto de anticuerpos como de células de memoria contra SARS-CoV-2 muy potente que no decae en cinco meses».
La CoroVaxG.3 es una vacuna de segunda generación (aquellas que aparecen en una segunda etapa y son más sofisticadas) basada en una plataforma de adenovirus no replicativo como las producidas por Janssen, AstraZeneca, CanSino y Gamaleya (Sputnik V) pero con algunas diferencias.
«Sin embargo no es igual ya que se trata de un vector adenoviral híbrido, lo que significa que tiene un adenovirus humano con parte de otros, pero sigue siendo inocuo. Nuestra vacuna ha demostrado en animales ser más potente que versiones similares a las que circulan en el mercado y que desarrollamos en nuestro laboratorio para compararlas», dijo Podhajcer.
«Una sola dosis de la vacuna genera una respuesta inmunológica tanto de anticuerpos como de células de memoria contra SARS-CoV-2 muy potente que no decae en cinco meses»
OSVALDO PODHAJCER
En mayo pasado, la FIL, el Conicet y la compañía biotecnológica Vaxinz firmaron un acuerdo para desarrollar CoroVaxG.3 y llevarla a ensayos clínicos. Para impulsar su avance a esa fase, el proyecto recibió $ 60.000.000 de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) a través del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec).
«Los resultados obtenidos en estudios preclínicos nos mueven a avanzar rápidamente hacia la aprobación por los organismos regulatorios de un ensayo clínico (en voluntarios humanos). En la medida en que se consigan los fondos necesarios, la expectativa es que antes de fines de 2021 o principios de 2022 se puedan iniciar dichos estudios», indicó Podhajcer.
Y añadió que «por su potencia esperamos que la vacuna no sólo pueda ser utilizada como única dosis que proteja al menos durante 12 meses, sino que también la dosis sea menor a la que se usa en las vacunas actuales de modo tal de volver más eficiente su producción a escala».
Para finalizar los estudios preclínicos colaboran el Instituto Anlis-Malbrán, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación; el Centro de Medicina Comparada de la Universidad del Litoral-Conicet; y otros centros de investigación.
También están involucradas las compañías farmacéuticas locales mAbxcience y Sinergium Biotech, que serán responsables de la formulación farmacéutica del candidato vacunal y de su producción industrial.
Fuente: Télam.