El gobernador de Río de Janeiro, Wison Witzel, fue apartado hoy del cargo por 180 días en una controvertida decisión de un juez de una corte superior, en el marco de una causa por corrupción en el área de la salud por contratos fraudulentos para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
En una serie de operativos hoy fueron detenidas al menos 17 personas, entre ellas el presidente del Partido Social Cristiano (PSC), el pastor evangelista Everaldo Pereira, un ex candidato presidencial famoso por haber bautizado al presidente Jair Bolsonaro en el río Jordán.
La operación fue ordenada por juez Bernardo Goncalves, del Superior Tribunal de Justicia (STJ), la máxima corte penal de Brasil, que dispuso una serie de allanamientos y pedidos de captura.
Witzel es un ex juez ultraderechista que fue elegido en 2018 al calor de la victoria de Bolsonaro, con quien rompió políticamente al inicio de la pandemia y calificó el caso como un «circo» basado en apenas una delación premiada de un exsecretario de Salud preso por corrupción.
«Desde la elección de Witzel se estructuró en el gobierno estadual una organización criminal dividida en tres grupos que ejercieron el poder mediante el pago de ventajas indebidas (sobornos) a agentes públicos«, dijo un comunicado del Ministerio Público.
La esposa del gobernador, Helena Witzel, fue denunciada por haber utilizado su estudio de abogados para llevar adelante la ingeniería de fraudes en las contrataciones.
Según la acusación, la esposa de Witzel recibió unos 554 mil reales, unos 100.000 dólares, mediante su estudio jurídico para intermediar supuestos pagos de coimas por contratos fraudulentos en el área de la salud.
«Es muy difícil que Witzel pueda volver al cargo», opinó el vicepresidente Hamilton Mourao, mientras que el presidente Bolsonaro hizo bromas ante sus seguidores en Brasilia sobre la caída de uno de sus rivales recientes, surgido en la pandemia por la decisión de declarar cuarentena.
Río de Janeiro vive un espiral de escándalos y de acusaciones cruzadas en la justicia que por ejemplo involucran a los últimos cinco gobernadores antecesores de Witzel.
Sergio Cabral y Luiz Fernando Pezao, sus antecesores, están presos condenados por haber recibido sobornos durante casi ocho años, mientras que en otras causas fueron detenidos por algún tiempo los ex gobernadores Wellingon Moreira Franco, Anthony Garotinho y Rosinha Matheus.
Río de Janeiro está bajo investigación por supuestos fraudes en contratos para montar hospitales de campaña para los contagiados de coronavirus que nunca fueron instalados y que tiene en la mira a empresas proveedoras del Estado.
La sucesión en el gobierno de Río, el tercer estado en población de Brasil y el segundo en términos económicos, también está amenazada.
Asumirá el cargo el vicegobernador Claudio Castro, del PSC, investigado en el escándalo al igual que el segundo en la sucesión, el titular de la Asambela Legislativa André Ciciliano, del Partido de los Trabajadores, cuya residencia fue allanada.
El Palacio de Laranjeias, la sede del gobierno fluminense, fue allanado en busca de documentación por agentes de la Policía Federal.
Witzel, un ex juez que aplicó en 2019 acciones de represión policial inéditas, como la orden de poner francotiradores contra blancos móviles en las favelas, sufrió la caída en la pandemia, con un estado con 15.000 muertos y un choque letal con el bolsonarismo.
En ese marco, fue abierto el juicio político de Witzel, que venía a representar la ‘nueva política’ al calor del moralismo diseminado por la Operación Lava Jato, que está en trámite en una comisión de la Asamblea Legislativa.
El gobernador fustigó la decisión «monocrática» de un juez del STJ para quitarlo de un cargo, algo considerado de alto impacto jurídico debido a que quien fue suspendido de sus funciones es un funcionario electo por la soberanía popular en los comicios de 2019.
«Intereses poderosos me quieren lejos del gobierno», disparó el gobernador suspendido al declarar su inocencia.
El PSC es uno de los partidos de la ultraderecha que ganaron fuerza con la Operación Lava Jato y el ascenso de sectores evangélicos con Bolsonaro.
Su titular, el Pastor Everaldo, como se lo conoce, fue candidato presidencial en 2014 y fue famoso porque encabezó la conversión de Bolsonaro del catolicismo al neopentecostalismo, bautizándolo en las aguas del río Jordán.
Fuente: Télam