El Gobierno de Francia anunció este lunes un paquete de medidas en un desesperado intento de contener su quinta ola de contagios de coronavirus, entre ellas un pasaporte exclusivo para vacunados, y ya no para aquellos con test negativo, y que las empresas impongan al menos tres días de teletrabajo.
El primer ministro, Jean Castex, dijo a periodistas en París que las medidas, que incluyen también limitar el aforo en eventos públicos masivos y la prohibición de estar de pie en bares y restaurantes, regirán desde la semana que viene y durante al menos tres.
Castex hizo el anuncio luego de una reunión de crisis convocada por el presidente Emmanuel Macron ante el avance de la variante Ómicron del coronavirus, informada por Sudáfrica en noviembre pasado y más contagiosa que la cepa Delta, que amenaza con saturar nuevamente los hospitales.
La reunión se produjo después de que Francia reportara el sábado último más de 100.000 casos diarios de Covid-19, una cifra sin precedentes en el país desde el inicio de la pandemia, y de que muchos expertos advirtieran que el número aumentaría rápidamente en las próximas semanas.
Respecto del «pasaporte sanitario» que permite acceder a restaurantes y cines, entre otros sitios, Castex precisó que solo estará disponible para las personas con el esquema de vacunación completo, mientras que para los no vacunados ya no será válida la prueba de Covid-19 negativa.
Según la nueva norma, será necesario «para el acceso a las actividades de ocio, a los restaurantes y establecimientos de bebidas, a las ferias, seminarios y salones o a los transportes interregionales», según la letra del decreto, informó la agencia de noticias francesa AFP.
Con esta modificación en el «pasaporte sanitario», que previamente contemplaba tanto a vacunados como a quienes no habían recibido ninguna dosis, ya que era posible acceder al certificado mediante la vacunación completa o con una prueba negativa, el Gobierno apuesta a una mayor inmunización de la ciudadanía.
El premier también anunció que se prohibirá estar de pie en los cafés y bares, donde solo se podrá ingresar si hay espacio disponible para sentarse, y se volverá a limitar el aforo para los conciertos, competiciones deportivas y otros eventos a 2.000 personas en el interior y 5.000 en el exterior. Finalmente, el Gobierno no anunció ningún toque de queda para el 31 por la noche, como habían especulado varios medios franceses.
Si bien el primer ministro elogió la tasa de vacunación del 78% de la población, una cifra que, según el gobierno, representa el 90% de las personas mayores de cinco años, exhortó a los ciudadanos a seguir vacunándose.
Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, Francia acumulaba hoy más de 9,2 millones de contagios y 123.627 muertes por la enfermedad.