El incendio forestal que afecta desde hace cuatro días a la localidad de Puerto Madryn, en Chubut, no presentaba este martes «focos activos», pero bomberos y brigadistas continuaban trabajando en el lugar donde las llamas «consumieron entre 80.000 y 90.000 hectáreas», informaron autoridades locales.
«Fue un incendio que ha tenido un comportamiento extremo desde el inicio y estimo que las llamas consumieron entre 80.000 y 90.000 hectáreas» de monte natural, declaró el director de Defensa Civil, José Mazzei.
Sin embargo, afirmó que el incendio ya pasó «las peores condiciones meteorológicas» -gracias al viento sur que sopló por la noche en la zona-, pero insistió en que «hay que esperar».
En esta misma línea, el segundo jefe de los Bomberos Voluntarios de Puerto Madryn, Ricardo Saavedra, declaró a Radio Tres que «hoy a la mañana no divisamos focos activos, pero tenemos que seguir trabajando en la zona para cerrar esa herradura, para que en el caso de que el fuego se reinicie no tenga mucho material combustible ni se meta a la Península (Valdés) que es nuestra prioridad».
Así, remarcó que se continúa trabajando con vehículos en la zona del Riacho y de Punta Gales, «donde hay viviendas de los marisqueros», en el cortafuego del Istmo, que une la península Valdés con el resto de la provincia; en la Isla de los Pájaros, y en la Ruta 2 que permaneció cortada el lunes, «donde bajó la actividad del incendio y no llegó al Istmo ni a las viviendas».
«Hay mucho polvo en suspensión, pero no se ven columnas de humo activas, ya que las condiciones del viento y el cambio de combustible que tuvo el fuego, hizo que se fuera aplacando, pero lo vamos a tener que evaluar con algún sobrevuelo», sostuvo el director de Defensa Civil.
En diálogo con Cadena Tiempo, Mazzei explicó que «todo el terreno se quedó sin vegetación y esa erosión hace que vuele mucho polvo, pero el viento lo está sacando de la ruta 2, así que estamos en plenas tareas evaluativas de cómo vamos a seguir trabajando y con los medios aéreos atacaremos los puntos calientes que hayan quedado».
Con respecto a las pérdidas de viviendas y animales, indicó que era «muy impresionante el comportamiento que tenía el fuego, no dando lugar a que los animales pudieran alejarse», por eso «se cortaron alambrados para poder trabajar con la maquinaria en paralelo a la línea de fuego y eso habilitó el paso de alguno de ellos».
En relación con esto, Saavedra señaló que lleva 30 años en la actividad bomberil y que «los incendios cada vez son más complejos y agresivos, debido al cambio climático y al viento».
Fuente Télam.