El economista del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas y director de Nación Bursátil, Alejandro López Mieres abordó los indicadores económicos que contextualizan estas elecciones de medio término.
El especialista explicó que las Ciencias Sociales tienen dos maneras de estudiar qué es lo que determina un voto, por un lado “el inconsciente colectivo, la historia común, la ideología, aquellas cosas que hacen a tu propia historia”; y por otro, “la visión pragmática que tiene que ver con el bolsillo”. Y en este sentido, el economista remarcó: “Nosotros venimos de dos pandemias y esto no es un juego de palabras, es una realidad, la herencia macrista fue arrolladora”.
Y remarco variantes que son determinantes en ese análisis. En primer lugar, la deuda con el FMI y el sector privado, cuya renegociación va a determinar condicionantes para la economía argentina. “La fotografía es mala: si hacemos una evolución desde mediados del 2015, el salario real, formal, cayó un 23 por ciento, y si uno lo analiza no ya en la canasta promedio sino una canasta básica, la caída es mucho mayor y puede estar en el orden incluso del 40 por ciento”, explica. Al mismo tiempo señala que la jubilación mínima tuvo una caída real del 15 por ciento.
Los antecedentes más claros son la hiperinflación del 89/90 y la crisis del 2001/2002, pero los indicadores no se comparan con los actuales. El desempleo se ubica aún en un 10,2 por ciento, mientras el consumo, si bien se recupera en algunos sectores, está en mínimos históricos.
Frente al desastre agravado por la pandemia, “la dinámica que se viene dando desde fin del año pasado es un poquito más alentadora”, asegura López Mieres. El gobierno ahorró parte de la inversión pública en la primera mitad del año, “para poder modificar un poco la ecuación, y esto lo vamos viendo con algunas actualizaciones salariales”, agrega.
“El gasto público en su conjunto está en el nivel de las PASO del 2003, en términos de moneda constante. Pero la composición es distinta, porque vos tenés un golpe muy importante sobre el salario público, y tenes un golpe muy importante sobre el gasto de capital, que no es ni más ni menos que la obra pública”.
Mientras sigue aumentando la canasta básica alimentaria, por otro lado, hay un “congelamiento” de las tarifas públicas, que “de alguna forma compensa el índice inflacionario”.
“El establishment va a intentar desestabilizar”
López Mieres remarcó que en los últimos 15 días comenzaron a rebotar, luego del piso al que habían llegado, las acciones argentinas que cotizan en Estados Unidos, tanto en pesos como en dólares, y de los títulos públicos. El BCRA tiene las herramientas para regular al mercado cambiario, es decir, las limitaciones para venta a los importadores y las limitaciones para el pago de deuda que tienen las empresas en el exterior.
Por otra parte, advierte, “los precios internacionales de los commodities que vende Argentina han tenido durante este año un impacto muy importante hacia arriba, y la cuenta corriente medida en dólares es muy buena en los primeros siete meses que es donde están los números oficiales”. Sin embargo, esto no será así en adelante, sobre todo por el fenómeno de La Niña, es decir, la sequía y la bajante del Río Paraná que frena las exportaciones.
Para el economista, los mercados “van a intentar golpear, van a intentar desestabilizar. Por ejemplo mediante el dólar blue, que no tiene una densidad numérica cuantitativa muy importante en el mercado. Y además el BCRA también está interviniendo en la brecha: está comprando dólares a los exportadores a 97 pero también después lo vende a 170”.
“En definitiva, le vaya bien no le vaya mal al Gobierno, el mercado está queriendo provocar una devaluación del tipo de cambio, como forma condicionante no solamente histórica de licuación de los salarios, sino como forma condicionante de modificar los precios relativos que se están dando en este momento en la economía”, remarcó.