El arquitecto y coautor de «Obelisco, icono de Buenos Aires» dijo que el icono porteño «fue un shock» para Buenos Aires. Y contó que la decisión de levantar el obelisco «fue un escándalo que en la época levanto una polémica tremenda» al punto tal, que varios concejales intentaron demolerlo
El arquitecto y coautor del libro «Obelisco, icono de Buenos Aires» habló con Luisa Valmaggia y Damian Warce en el marco del cumpleaños 81 del monumento porteño.
Zemborain, dijo que la creación del Obelisco fue en el año»1936 cuando se celebraban 400 años de la fundación de Buenos Aires, habia una corriente modernista y decidieron celebrar esa fecha erigiendo ese monumento.
El arquitecto contó que «siempre estuvo restringido el acceso» y que para acceder a la punta, hay que subir unos «220 escalones, por una escalera tipo marinera, completamente a oscuras«. Aseguró que desde arriba, «la vista es fantástica«.
Coautor del «Obelisco, icono de Buenos Aires», Zemborain aseguró que «para Buenos Aires fue un shock, porque fue una forma de traer la modernidad en una ciudad conservadora» y agregó que «fue un escándalo que en la época levanto una polémica tremenda» al punto tal, que «dos años después, se desprendió una placa y varios concejales quisieron demolerlo«. Según indicó, «desde que se elaboro el decreto para hacer el monumento en ese lugar hasta que se termino la obra, no pasaron más de 3 meses y medio y la obra duro 69 días«.
Consultado sobre el mito que dice que en la punta del obelisco hay una caja que contiene una carta destinada a quien derribe el monumento, Zemborain dijo que es muy probable, pero que «el obelisco vino para quedarse, y esa caja seguirá siendo un mito«. El arquitecto detalló que el icono de Buenos Aires, «fue una de las primeras construcciones que se hizo en hormigon armado en Buenos Aires» y que es una estructura «liviana» ya que «las paredes del obelisco, tienen 20 cm de espesor«.
[AUDIO] Abrir el Juego – Radio Cooperativa AM770 – 23 de Mayo de 2017