China rechazó la decisión del presidente estadounidense, Joe Biden, de ordenar a los servicios de inteligencia que le informen en los próximos 90 días si el coronavirus surgió en el gigante asiático, de una fuente animal o de un accidente de un laboratorio.
Los «motivos y propósitos de la administración Biden son claros», dijo Zhao Lijian, portavoz de la Cancillería china, en rechazo a una nueva investigación sobre la pandemia y la teoría del origen de un laboratorio, hipótesis que fue calificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «extremadamente improbable».
«El mundo conoce desde hace tiempo la oscura historia de los servicios de inteligencia estadounidenses», dijo en referencia a las infundadas acusaciones de Washington sobre armas de destrucción masiva que justificaron su invasión de Irak.
Washington está revisando su posición diplomática con China en cuestiones como el comercio, la tecnología o los derechos humanos, mientras intensifica los esfuerzos para crear con sus socios occidentales un frente diplomático.
El miércoles, Biden reabrió las heridas entre ambas potencias al ordenar a las agencias de inteligencia que le informen en un plazo de 90 días sobre si la Covid-19 surgió por primera vez en China de una fuente animal o por un accidente de laboratorio.
La teoría de la fuga de un laboratorio, cuyo principal impulsor fue el exmandatario Donald Trump, resurgió en los últimos días, impulsada por Washington.
China es muy sensible a las acusaciones de que podría haber hecho más para detener la propagación de una pandemia que ya dejó más de 3,5 millones de muertos y paralizó economías en todo el mundo desde que se conoció el primer caso en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
Beijing rechaza la teoría de que el virus pueda haber surgido de un laboratorio de virología en Wuhan y acusa a Estados Unidos de vender «conspiraciones» y politizar la pandemia.
China quiere dejar de lado la búsqueda del origen de la pandemia, que impulsan países occidentales como Australia y el Reino Unido, y quiere centrarse en su recuperación económica.
Volver a la teoría de la fuga de un laboratorio «es una falta de respeto a la ciencia (…) y también una alteración en la lucha mundial contra la pandemia», dijo Zhao citado por la agencia de noticias AFP.
La idea de que el virus salió de un laboratorio de Wuhan, no obstante, está ganando cada vez más adeptos en Estados Unidos.
Citando un informe de los servicios de inteligencia estadounidenses, The Wall Street Journal informó el domingo que tres personas del Instituto de Virología de Wuhan fueron hospitalizadas con una enfermedad estacional en noviembre de 2019, un mes antes de que Beijing revelara la existencia de un misterioso brote de neumonía.
La hipótesis del origen natural -respaldada como la más probable por el equipo de expertos de la OMS que visitó China- sostiene que el virus surgió en los murciélagos y luego pasó a los humanos, probablemente a través de una especie intermediaria.
Esta teoría es ampliamente aceptada, a pesar de que con el paso del tiempo los científicos no han encontrado un virus ni en los murciélagos ni en otro animal que coincida con la firma genética del SARS-CoV-2.
China quiere dejar de lado la búsqueda del origen de la pandemia, que impulsan países occidentales como Australia y el Reino Unido, y quiere centrarse en su recuperación económica tras lograr controlar el virus dentro de sus fronteras.
En este sentido, el ministerio de Comercio se congratuló de las conversaciones con Washington que forman parte de un acuerdo para poner fin a la guerra comercial.
Los dos países firmaron el llamado acuerdo de «fase 1» en enero de 2020, en el que Beijing se comprometió a aumentar sus compras de productos y servicios estadounidenses en al menos 200.000 millones de dólares durante 2020 y 2021.
Fuente: Télam