Está semana se cumplieron 85 años del nacimiento de uno de los dirigentes cubanos más importante de la historia. Camilo Cienfuegos, fue un líder carismático y un héroe de guerra.
Camilo Cienfuegos Gorriarán, nació el 6 de febrero de 1932 en Lawton, Cuba. Fue un fiel combatiente y revolucionario, compañero inseparable de Ernesto «Che» Guevara y uno de los dirigentes más carismáticos de la Revolución Cubana.
Se le recuerda por ser uno de los principales garantes de la gesta armada que derrocó al dictador Fulgencio Batista.
Héroe de Yaguajay, título honorífico que le fue otorgado espontáneamente por el pueblo cubano por su valor, fue Jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde tras el triunfo de la Revolución Cubana.
Cienfuego fue Comandante del Ejército Rebelde, sastre de oficio, hombre humilde de caracter jovial, buen sentido del humor y sonrisa sincera, fueron las cualidades que lo catapultaron a ser uno de los dirigentes más carismáticos de la Revolución Cubana.
El 26 de octubre de 1958, Cienfuegos pronunció su último discurso; hizo un llamado a la unidad, y pidió confianza en Fidel y en la Revolución. Dos días después, el 28, tras abortar en Camagüey un complot contrarrevolucionario dirigido por Hubert Matos, salió en avión rumbo a La Habana. Nunca llegaría a su destino. Camilo Cienfuegos murió en un accidente aéreo en extrañas circunstancias. Había desaparecido físicamente a la corta edad de veintisiete años el Señor de la Vanguardia.
Camilo se había ganado con creces el cariño y la admiración de su pueblo; por eso éste se volcó en una búsqueda ininterrumpida, hasta que, con mucho pesar, hubo de aceptar su desaparición definitiva.
A partir de entonces, cada 28 de octubre la población revolucionaria, especialmente los jóvenes, siempre tienen presta una flor para Camilo.