Elsenador Renan Calheiros inició este miércoles la lectura del crucial informe de más de 1.100 páginas de la comisión de investigación del Congreso de Brasil que acusa de al menos nueve delitos, entre ellos crímenes contra la humanidad, al presidente Jair Bolsonaro por su actuación en la pandemia de coronavirus que dejó más de 603.000 muertos.
Los cargos del informe de Calheiros serán votados el próximo 26 por la comisión y elevados a la fiscalía general, la corte suprema y el tribunal de cuentas, y entre los acusados hay otras 68 personas, entre ellas los tres hijos del presidente con cargos públicos y los ministros de Defensa, Walter Braga Netto, y el de Salud, Marcelo Queiroga.
“El Presidente de la República alentó reiteradamente a la población a no seguir la política de distanciamiento social, se opuso reiteradamente al uso de mascarillas, convocó, promovió y participó en aglomeraciones y buscó descalificar las vacunas contra la Covid-19″, escribió Calheiros en el informe.
«Esta estrategia, en realidad ligada a la idea de que el contagio natural induciría la inmunidad colectiva, apuntaba exclusivamente a la reanudación de las actividades económicas”, añadió.
Hubo también una red de corrupción «nunca vista» en el Ministerio de Salud, apuntó el senador.
Según el informe, Bolsonaro será acusado de «epidemia con resultado de muerte; infracción de medidas sanitarias preventivas; empleo irregular de fondos públicos; incitación al delito; falsificación de documentos privados; curanderismo; crimen de prevaricato; crimen de lesa humanidad y delito de responsabilidad».
El texto también apunta a la creación de un gabinete paralelo del presidente con médicos negacionistas que distribuían remedios sin eficacia para evitar los confinamientos y alentar a la población a salir a las calles.
Bolsonaro será acusado de haber despreciado la compra de inmunizantes y de haber ocultado lo que sabía sobre corrupción en la negociación que lobistas vinculados al poder militar realizaron para adquirir en forma fraudulenta la vacuna india Covaxin.
Según Calheiros, la falta de compromiso con la compra de vacunas CoronaVac y Pfizer ante ofertas de adquisición preferencial atrasó todo el plan de inoculación.
En ese sentido, apuntó que pudieron evitarse 12.000 muertes con la inmunización anticipada de los ancianos, en base a un estudio de la Universidad de Sao Paulo (Usp).
Entre los acusados están el excanciller Ernesto Araújo como parte delos seguidores de Donald Trump en Brasil que han colaborado, según la acusación, con el negacionismo y el rechazo a las cuarentenas.
En este grupo entran varios funcionarios como el ministro de Trabajo, Onyx Lorenzoni, el asesor en asuntos internacionales Filipe Martins, además del senador Flavio Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro y el concejal Carlos Bolonaro, acusados de llevar adelante campañas de fake news con empresarios amigos para recomendar remedios no eficaces y romper la cuarentena haciendo creer a la población que estaba segura saliendo a las calles.
El mandatario también está acusado de un delito por el cual ya lo investiga la corte, prevaricato en un caso de corrupción en el Ministerio de Salud para la compra fraudulenta de la vacuna india Covaxin.
En la sesión, el senador bolsonarista Marcos Rogerio pidió la nulidad del informe y sostuvo que no se estaba respetando el derecho de defensa del presidente.
Le respondió el titular de la comisión, Omar Aziz, ex gobernador de Amazonas, quien afirmó que Bolsonaro «cometió delitos y deberá pagar por ellos».
La comisión parlamentaria elevó a la justicia común acusaciones contra los dueños y médicos de la prepaga Prevent Senior, que aliados a una suerte de gabinete paralelo montado por Bolsonaro, daban remedios como cloroquina a los pacientes con Covid-19 y fraguaban las historias clínicas en caso de muerte para ocultar la falta de eficacia de ese medicamento antipalúdico.
Brasil es el segundo país en muertes después de Estados Unidos y el tercero en casos.
Este miércoles el país llegó al 50% de su población inmunizada con el esquema completo de vacunación, en el medio de una reapertura masiva de actividades tras las cuarentenas para enfrentar el colapso hospitalario registrado entre marzo y junio en todo el país.