Escasas horas nos separan de la asunción presidencial de Mauricio Macri, cuando todavía se está desarrollando en distintas áreas y Ministerios, la tan llamada «transición».
Por un lado, la nostalgia de saber que Cristina dejará la presidencia de la Nación luego dos mandatos consecutivos y con un alto porcentaje de aprobación a su gestión.
Una verdadera estadista que será muy difícil de igualar y que deja un país con paz social, desendeudado y con el índice mas bajo de desocupación de los últimos tiempos.
En otro sentido, los que apoyamos desde el minuto cero a este proyecto político, y mucha gente que se mantiene al margen de una determinada ideología, nos «consume» la incertidumbre y el pesimismo sobre lo que vendrá en los próximos meses.
Sobre todo, teniendo en cuenta los actuales funcionarios nombrados por el líder del PRO (hoy Alianza «Cambiemos») y las políticas económicas que, según propias declaraciones y también realizadas durante la extensa campaña electoral, se avecinan dentro de poco tiempo.
Por otro lado, en estas últimas horas, se encuentra en pugna el «protocolo» para el traspaso de mando y es allí, donde continúa una ardua pulseada entre el Frente para la Victoria y el espacio «Cambiemos».
Recordemos, que la ceremonia de jura y traspaso de los atributos presidenciales en la que Macri asumirá la primera magistratura, será ante la Asamblea Legislativa, tal como lo establece nuestra Constitución y no en la Casa de Gobierno como lo había sugerido el entorno mas próximo del Presidente electo.
Al respecto y para dejarlo bien en claro, que establece nuestra Carta Magna sobre el tema:
La Constitución Nacional, en su sección segunda, capítulo primero, en particular en su artículo 91, establece que “el Presidente de la Nación cesa en el poder el mismo día en que expira su período de cuatro años; sin que evento alguno que lo haya interrumpido, pueda ser motivo de que se le complete más tarde.
En el mismo sentido, el articulo 93 reza que «al tomar posesión de su cargo, el Presidente y Vicepresidente prestarán juramento, en manos del Presidente del Senado y ante el Congreso reunido en Asamblea, respetando sus creencias religiosas, de desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de Presidente (o Vicepresidente) de la Nación, y observar y hacer observar fielmente la Constitución de la Nación Argentina».
A su vez, y por redes sociales, se está convocando para los días 9 y 10 de diciembre, marchas en defensa de todas las conquistas que se obtuvieron a lo largo de estos últimos 12 años y por supuesto también, para apoyar a Cristina Kirchner en el final de su mandato, hacia una nueva etapa que, como bien reza el título de la presente nota, genera mucha nostalgia por lo vivido y cierto pesimismo porque todo lo que se logró, con esfuerzo y sacrificio, puede llegar a destruirse en pocos días. Y eso es, justamente, lo que no debemos permitir como sociedad y receptores de dichos beneficios.
Dr. Hernán Alcántara
Mail: hdalcantara@hormail.com
Twitter: @HDA1983