El asesinato del diputado conservador David Amess, quien murió este viernes tras recibir múltiples puñaladas durante un encuentro dentro de una iglesia con los votantes de su circunscripción en Leigh-on-Sea, en el condado inglés de Essex, conmovió una vez más a los británicos, que ven repetir estos actos de violencia contra sus representantes.
El más reciente fue en 2016, cuando la diputada laborista Jo Cox murió tras ser apuñalada por un terrorista de extrema derecha momentos antes de una reunión con sus votantes en West Yorkshire.
Amess, de 69 años, un destacado defensor del Brexit que representó a Southend West en Essex, fue atacado este viernes por un hombre que entró corriendo con un cuchillo a la iglesia metodista Belfair en Leigh-on-Sea, donde se estaba celebrando un encuentro.
Antes de trasladarlo en un helicóptero, los paramédicos estuvieron luchando para salvar la vida del diputado al menos durante dos horas después del ataque, según diversos medios locales.
La policía del condado de Essex confirmó la muerte e informó que un hombre fue detenido como sospechoso de asesinato. También confirmó que recuperaron un cuchillo y que no estaban buscando a nadie más en relación con el ataque.
«Fuimos llamados por un apuñalamiento en Eastwood Rd North poco después de las 12.05 del mediodía; un hombre fue detenido poco después y no estamos buscando a nadie más; brindaremos más información cuando la tengamos», afirmó un vocero de la policía.
La policía antiterrorista estaba ayudando en la investigación e informó que altos funcionarios de esa especialidad estaban siguiendo de cerca la situación y siendo actualizados sobre los detalles del ataque y el sospechoso, según el diario The Guardian.
Amess estaba casado, era padre de cinco hijos y había sido nombrado caballero en 2015 por su servicio público y político, y premiado por su compromiso con los derechos de los animales.
A su vez, la Fundación Jo Cox, la organización benéfica creada en memoria de la parlamentaria que fue asesinada en 2016, dijo que estaba «horrorizada» por el ataque. «Estamos pensando en él, su familia y sus seres queridos en este momento tan angustioso», dijo la fundación, según la BBC.
«Ellos son lo único que importa ahora; esto me hace recordar todo, el dolor, la pérdida, pero también el amor que la gente nos dio tras la pérdida de Jo; espero que ahora podamos hacer lo mismo por David», expresó Brendan Cox, el marido de la diputada asesinada, en Twitter.
«Atacar a nuestros representantes elegidos es un ataque a la propia democracia, no hay excusa ni justificación, es lo más cobarde que puede haber», agregó.
El ataque a Cox, firme defensora de la pertenencia británica a la Unión Europea y de la causa de los refugiados, conmovió al Reino Unido en un contexto de fuerte tensión por la campaña para aquella consulta que dividió al país.
Fue la primera mujer parlamentaria asesinada en el país y el primer diputado asesinado desde Ian Gow, víctima del IRA, en 1990.
En 2010, el diputado laborista Stephen Timms también fue apuñalado por una mujer tras haber votado a favor de la intervención británica en la guerra de Irak.
Y 10 años antes, un asistente del diputado liberal demócrata Nigel Jones murió durante un ataque con sable en un encuentro con electores locales cuyo objetivo era el legislador.
El primer ministro Boris Johnson, quien se encontraba de vacaciones y estaba regresando a Londres para una reunión con su gabinete, afirmó que todo el mundo está «profundamente conmovido y desconsolado» y que sus pensamientos estaban con la familia del diputado.
«Hemos perdido a un gran servidor público, David creía apasionadamente en este país y en su futuro», dijo el primer ministro, según se hicieron eco los medios británicos.
Mientras, el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, dijo que también acompañaba a Amess, su familia y su personal después de la «terrible y profundamente impactante noticia».
Siete meses atrás, Amess había pedido al primer ministro en el Parlamento que abordara los ataques con arma blanca que vienen incrementándose en el Reino Unido desde hace ya tiempo, recordaron varios diarios británicos.
Este año la Policía británica inició una campaña para combatir este tipo de delitos con medidas que permiten, entre otras cosas, detener y registrar a las personas que consideren con el objetivo de incautar las armas ilegales.
Mientras tanto, el vocero de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, dijo que la prioridad inmediata era dar el pésame a los amigos y familiares del diputado, pero que la seguridad de los parlamentarios será revisada a raíz su muerte.