Alberto Fernández anunció la extensión de la cuarentena hasta el 24 de mayo, «sin grandes cambios» en el AMBA, pero con algunas excepciones que se analizarán para flexibilizar actividades, mientras que el resto del país iniciará la fase 4, de «reapertura progresiva».
«Argentina sigue el proceso que esperamos que ocurra. La cantidad de casos se ralentizó y los fallecimientos están dentro de lo que esperábamos y las cosas están sucediendo cómo pensábamos que iban a suceder», afirmó el Presidente.
Alberto Fernández destacó que en el análisis del total del país, los contagios de coronavirus se duplican cada 25,1 días, pero advirtió que la región del AMBA todavía está lejos de ese objetivo porque concentra el 86,2 por ciento del total de casos y es donde se duplican las cantidades cada 18,8 días.
Debido a esto, remarcó que no habrá grandes cambios en la región metropolitana, pese a que anticipó que se abrirán actividades comerciales de proximidad y se habilitarán salidas para menores, según los protocolos sanitarios y las solicitudes que formulen los gobiernos locales.
El Presidente insistió, en este marco, en la postura de recomendar que no se utilice el transporte público para evitar la circulación. «No podemos salir a tontas y a locas en desmedro de la gente. Estamos ante un virus que salimos a buscar, como bien dijo el doctor Cahn. Por eso, debemos seguir cómo hasta ahora. Estamos protagonizando una gran epopeya», indicó Fernández.
Por el lado económico, reconoció que «preocupa mucho», y que conoce «los padecimientos de quienes tienen los negocios cerrados y no pueden trabajar». «Por eso hemos prestado atención para aliviar a quienes lo necesitan. Mas de 3,5 de personas recibieron el IFE y 33.000 personas recibieron créditos a tasa cero. Conocemos los efectos de la pandemia, pero lo más importante es preservar la vida», insistió.
En ese sentido, criticó a un sector de la oposición quienes «convocan con gran imprudencia al descuido de la gente» al presionar para levantar el aislamiento. «No me van a torcer el brazo, voy a cuidar antes que nada a la gente. Les digo a todos que no entren en la ansiedad de abrir la economía. No voy a arriesgar la vida de nadie».
Continuó: «Prefiero una fábrica cerrada por la cuarentena que una fábrica cerrada porque los operarios están todos muertos«, enfatizó Fernández, quien anunció además que las grandes empresas que deseen abrir sus plantas «deberán trasladar» a sus empleados, quienes no podrán utilizar el transporte público.