[AUDIO] Abrir el Juego – Cooperativa la 770 – Martes 27 de Julio de 2021
«Hay una mirada que se posa obligatoriamente en las causas que son múltiples y que derivan en una situación tan angustiante. Muchas de esas prácticas están asociadas a las prácticas productivas que se ejercen en nombre del progreso y cuando vienen desastres de estas características nos agarramos la cabeza y decimos que hay que proteger el ambiente” subrayó el funcionario.
«Con la declaración de la emergencia, el Presidente ha tomado el tema con el tiempo y la responsabilidad suficiente para afrontar la respuesta a las principales consecuencias mas gravosas. En primer lugar, el suministro de agua potable en cantidad y calidad» señaló. «Luego garantizar la navegabilidad y en eso está trabajando el Ministerio de Transporte con una ingeniería logística para que no se frene el flujo de mercadería por la hidrovía, desde el punto de vista de la economía. Y asimismo garantizar la provisión energética porque hay varias de las centrales, tanto Yacyretá como las plantas nucleares de Atucha que tienen relación con la bajante», enumeró.
Por último, la responsabilidad que le cabe al Ministerio de Ambiente propiamente dicho que es la de «enfrentar y garantizar el control sobre los incendios forestales que, todos sabemos, cuando hay una bajante de este tipo como ocurrió el año pasado, promueven la posibilidad de avance de la frontera agropecuaria en zonas que otrora estaban inundadas y ahora afloran a la superficie; se las quema y se las circunda con un terraplén para evitar que el agua regrese, y así se las convierte en una tierra arable o de ganadería intensiva», explicó.
Federovisky hizo referencia además a las responsabilidad compartidas de los países que integran la cuenca del Paraná en toda su extensión y criticó la falta de coordinación en el Mercosur para afrontar la problemática del cambio climático. «Una de las carencias que hasta ahora hemos tenido por una larga tradición de no mirar sistémicamente [la cuenca del Paraná] es que cada país hace lo que cree que le corresponde o lo que le viene en ganas si su Presidente tiene menos apego a la cuestión ambiental. No cabe la menor duda que las intensas deforestaciones en la cuenca alta del Paraná, principalmente en la zona sur del Amazonas en los últimos 3 o 4 años tienen alguna influencia negativa. Del mismo modo que la destrucción de los humedales a lo largo de toda la cuenca, de lo que es responsable tanto Brasil como Paraguay y Argentina en sus respectivos territorios. Somos países tomados por la lógica del progreso a como de lugar y estamos pagando estas consecuencias».
En ese sentido destacó que «todos sabemos que el Mercosur está en este momento jaqueado por diversos intereses, algunos de ellos bastante mezquinos, es cierto reconocer que no ha sido la trayectoria ambiental lo que ha distinguido la trayectoria del Mercosur en los últimos 25 años de actividad».
Por último, el especialista anticipó que según las proyecciones del Instituto Nacional del Agua, hacia fines de septiembre comenzarían a producirse lluvias en la cuenca alta del Paraná. «Muy probablemente hacia fin de año pueda recuperarse el caudal que hoy está completamente menguado». Esto no significa resolver el problema ya que estos ciclos siempre existieron. Lo que tenemos que indicó. «Lo que tenemos que pensar es por qué este es un récord histórico. Por qué fenómenos que existían hoy se producen con mucha mayor intensidad y virulencia, y con una recurrencia mayor en el tiempo. Entonces es probable que empecemos a ver un fenómeno que empiece a repetirse no cada 75 años, sino con una asiduidad mucho mayor» señaló.