Capilla del Monte
(Por: Doretta Cattedra – Viajando con los Cinco Sentidos) Capilla del Monte tiene todos los condimentos para ofrecer un variado menú de propuestas en cualquier época del año.
Con toda la energía del cerro Uritorco a cuestas, Capilla del Monte sigue envuelta en ese halo de misterio que se alimenta de historias sobre ovnis y fascinantes leyendas de los comechingones. A simple vista, sus casas blancas con techos rojos y sus calles sombreadas con algarrobos y naranjos, reproduce la típica postal serrana que invita a comprobar el efecto reparador del aire puro y por qué no el de la siesta.
Sin embargo, esa tranquilidad que tiene como música funcional el rumor del río Calabalumba y el canto de las de aves sobre los quebrachos, curiosamente es el punto de partida para el turismo de aventura y el ecoturismo.
Durante todo el año, numerosos deportistas y aficcionados llegan dispuestos a cumplir la aventura que ya forma parte del patrimonio capillense: la ascensión al Uritorco. Si bien ésta es una experiencia ineludible- no sólo a nivel deportivo sino desde el punto de vista personal por las emociones que despierta llegar a esa cima supuestamente testigo del fenómeno ovni- las demás actividades tienen los condimentos necesarios para disfrutar a pleno este destino del Valle de La Punilla.
A pura energía
Si hay un mérito de los capillenses que merece destacarse, es el de haber podido congeniar ese halo de misterio que se alimenta de historias sobre ovnis, con una variedad de propuestas que apuntan a disfrutar de ese paisaje serrano según las expectativas y preferencias de los viajeros.
Indudablemente, el protagonismo del cerro Uritorco ha trascendido las fronteras no sólo de la ciudad y de la provincia, sino del país. Así, desde hace años el “cerro macho” de Capilla del Monte convoca la curiosidad y el desafío de numerosos deportistas y aficionados de todas partes, dispuestos a vivir la experiencia de ascender sus 1979 metros de altura por un estrecho sendero de piedra. No sólo a nivel deportivo, sino desde el punto de vista personal, llegar a la cima supuestamente testigo del fenómeno ovni, despierta una serie de emociones y sensaciones.
Pero no se agota en el cerro la posibilidad de “cargarse las pilas”. El Paso del Indio ubicado en Los Mogotes, es un desfiladero donde se angosta el cauce del río Dolores. Se trata de un lugar con extraños farallones rocosos, donde el sendero se interna por enormes y estrechas paredes y en algunos sectores separadas entre sí por apenas 40 cm. Pero el deseo de querer llegar pronto hasta ese haz de luz que se ve al final, tiene su recompensa: la de encontrarse con un paisaje maravilloso y al mismo tiempo saber que, justamente éste era el paso escondido que utilizaban los comechingones para escapar de los ataques de los españoles.
Otro de los atractivos para no perderse son los estrechos senderos que atraviesan Los Terrones, extrañas formaciones que se levantan en medio de una frondosa vegetación y surcada por arroyos y ríos. La marcha insume unas tres horas y al llegar al punto más alto, es tiempo de tomarse un descanso para contemplar otra vista panorámica del Valle de Punilla.
Unos kilómetros más adelante, es el turno del Parque Natural Ongamira, ubicado a 23 Km. de Capilla. El circuito se realiza a través de un sendero que trepa por las sierras y que permite introducirse en enormes grutas con paredes de areniscas rojas, donde se observan antiquísimas pinturas rupestres.
El Zapato, uno de los puntos más antiguos del Valle de Punilla y de los más visitados durante todo el año, es un paseo que muestra una formación rocosa que, a simple vista, define el por qué de su nombre. El lugar se encuentra a sólo 1 Km. de la plaza San Martín, se puede acceder en auto o a pie aprovechando el entorno urbano y también acceder a la cueva de los enamorados, la fuente de los deseos, el tobogán gigante y negocios de regionales entre otros.
La vista desde el lugar es fantástica, las diversas formaciones de piedra llaman la atención y desde allí se aprecian muy buenas vistas de Capilla, el Cerro Uritorco y otras serranías se aprecian en plenitud.
Un ícono turístico
La calle techada se convirtió en uno de los tres íconos turísticos más importantes de Capilla del Monte a partir de 1965 cuando fue construida como un galpón para dar lugar a la primera edición de la “Fotocita”, una feria y exposición de fotografía.
Desde entonces, el sector que comprende toda una cuadra de la diagonal Buenos Aires, sufrió algunas modificaciones, con el fin de dotarlo de mayor comodidad para los comerciantes que tienen bajo el techo sus negocios, como así también para los miles de turistas que todos los años recorren la zona en busca de locales gastronómicos o de artículos regionales.
En su momento la calle techada de Capilla del Monte compartió «cartel» con una avenida de similares características que existía en una ciudad brasileña, aunque esta última ya desapareció.
En la actualidad sólo existe una infraestructura similar en la ciudad estadounidense de Las Vegas aunque con un techo de material mucho más moderno y llamativo.
Esta popular avenida de 100 metros de extensión conforma junto al cerro Uritorco y El Zapato uno de los tres principales atractivos turísticos de Capilla del Monte.
Recuerdos imborrables
Por la historia de Capilla pasaron muchos personajes que en algún momento de su vida y por distintas circunstancias, eligieron este paisaje serrano para llevar a cabo su obra. Así, según recuerdan los viejos capillenses y los diarios de época, era muy común ver caminar por sus calles al famoso bailarín de tango Cachafaz o a Carlos Gardel, que se alojaba en el Hotel Petit Sierras durante la filmación de “Flor de durazno”. La casa de Mecha Ortiz estaba a pocas cuadras del centro y Enrique Muiño llegó a tener varias propiedades pero la que más quería es una llamada “la tapera de Muiño” ubicada a orillas del dique El Cajón y en la cual se proyecta hacer un museo.
La Reina Victoria también figura entre los ilustres visitantes, quien se alojó en un hotel de la calle Pueyrredón que luego se llamó Victoria en su honor y en lo que hoy se conoce como Hostal La Casona tenía su casa el pintor Carlos Castagnino.
En los últimos 20 años, Capilla del Monte también fue elegida como una gran fuente de energía por famosos de la talla de Indra Devi, Maximiliano Guerra, Jairo, el equipo de Promo Film (con el programa “El Llamado), Luis Brandoni, Soledad Silveira, Luis Puenzo y el Chaqueño Palavecino por nombrar sólo algunos. Cabe mencionar también al escritor español Félix García quien, a su regreso a España, incluyó en uno de sus libros su experiencia vivida en esta mítica ciudad cordobesa y luego regresó varias veces acompañando a grupo de españoles.
También el querido Jorge Guinzburg destacaba siempre los recuerdos de su infancia y adolescencia en esta ciudad serrana.
En síntesis, puede decirse sin temor a equivocarse, que Capilla del Monte es una de esas postales turísticas que estará siempre presente en el álbum de los recuerdos.
Datos útiles
Capilla del Monte está ubicada a 105 Km. de la ciudad de Córdoba, sobre la Ruta Nacional 38
Secretaría de Turismo de Capilla del Monte: www.capilladelmonte.gov.ar