Por: Martín Cigna (Gerente de Radio Cooperativa)
https://www.youtube.com/watch?v=324UsTQsHAM
Era el 22 de junio y lo que estaba en juego no era sólo el pase a las semifinales de México 86. Cuatro años atrás, ambas naciones habían protagonizado una guerra y las heridas de nuestra Argentina aún sangraban.
Minutos antes del instante mágico, el hombre en cuestión, nuestro héroe, se había elevado bien alto y ante la salida del arquero y con el puño izquierdo apretado, la mano de Dios, empujaba la pelota suavemente para poner el 1 a 0.
– ¡Se hizo justicia! Gritaba uno haciendo referencia al hundimiento del Crucero General Belgrano. Claro que exageraba, pues nada se podía comparar con las 323 almas perdidas por la decisión criminal de Margaret Thatcher.
Iban diez del segundo tiempo y los ingleses se venían, pero Diego, el pibe de Fiorito, se haría cargo de regalarle al pueblo argentino la alegría más grande que obtuvo en este deporte. Ni el 3 a 2 con Alemania en la final, ni la imagen de Pasarella levantando la copa de un mundial oscuro, lograron alcanzar el nivel de efervescencia provocado por esa pelota que se metía luego de dejar en el suelo al arquero Shilton.
Esa tarde Víctor Hugo Morales, relator de Radio Argentina, le puso música a la danza mejor interpretada en la historia de los campeonatos del mundo. Desde entonces, la imagen de la TV y la narración de la jugada de todos los tiempos se han vuelto inseparables para quienes consideramos que con esas palabras, “el gol del siglo”, es aún más bello.