La artista cuyo nombre verdadero Miriam Alejandra Bianchi pasó de la popularidad a la inmortalidad a los 35 años, cuando falleció junto a su hija, su madre y tres músicos, en el kilómetro 129 de la ruta nacional 12, camino a Chajarí, Entre Ríos.
Ícono de la música tropical y de la cumbia, Gilda, pasó de la popularidad a la inmortalidad a los 35 años, cuando el 7 de septiembre de 1996 murió junto a su hija, su madre y tres músicos, en el kilómetro 129 de la ruta nacional 12, camino a Chajarí, Entre Ríos.
La artista, nacida en 1961 en Ceibas, Entre Ríos, adoptó el seudónimo Gilda en homenaje al personaje de Rita Hayworth.
El colectivo accidentado en el que viajaba la creadora de cumbias inolvidables como «Fuiste», «No me arrepiento de este amor» y «Corazón valiente» es hoy un santuario en el que se prolongan los milagros que ya se le atribuían a la cantante en vida.
Cuando apareció en escena, Gilda revolucionó la música tropical con su rostro angelical y su dulce voz, un cóctel que contrastaba con el tipo de música que era hasta ese entonces sólo patrimonio masculino.
La ultima canción de Gilda ¿predecía su muerte?
Según el ex mánager de Gilda, el tecladista de la banda le pidió el día del accidente que vaya al lugar de los hechos para buscar un casette donde la cantante tenía una grabación casera con nuevos temas.
En ese material, el mánager encontró un tema que podía predecir su muerte. Bajo el nombre de “No es mi despedida”, la cantante popular comenzaba: “Quisiera no decir adiós, pero debo marcharme”.
Sin embargo, también hay quienes afirman que todo fue una movida de marketing para vender más discos y que en realidad el cassette no fue encontrado en el lugar del accidente.