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Elisabetta Piqué dijo que fueron “más de 200 obispos los que estuvieron en esta reunión, que fue a puertas cerradas”, donde “evidentemente alguien filtró esta palabra”.
La corresponsal en Italia señaló que “el contexto era que se estaba discutiendo el tema de la admisión de candidatos que quizás son homosexuales a los seminarios” y explicó que “existen directivas del Vaticano aprobadas en 2005, por Benedicto, y luego ratificadas por el papa Francisco en 2016, que dicen claramente que quienes practican la homosexualidad, tienen tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen una cultura gay, no tienen que entrar en los seminarios”.
Piqué subrayó que “no fueron declaraciones, esto era una reunión cerrada informal, de la cual no hay transcripción”, destacando que “el que filtra estas declaraciones es alguien que quiere dañar al Papa”.
En este contexto, desde la Santa Sede no tardaron en llegar las disculpas del papa Francisco a través de un comunicado de la Sala de Prensa del Vaticano, después de la polémica que generó una frase que se filtró de la Asamblea General con los obispos italianos, en la que el Papa pidió no admitir a seminaristas gays en la Iglesia, afirmando, supuestamente, que «ya hay demasiada mariconería».